¿Qué es el amianto?

El asesino silencioso y silenciado


El amianto o asbesto es una sustancia tan presente en nuestra vida como peligrosa. Se conoce desde
la prehistoria, 2.500 años antes de nuestra era, pero fue con la revolución industrial que se extendió por todo gracias a su principal característica: es altamente resistente al calor, a la fricción ya los productos químicos y, al mismo tiempo, tiene un coste reducido y es de fácil manipulación. Y, sobre todo, es prácticamente indestructible.

La característica principal del amianto o asbesto es que sus fibras se descomponen con facilidad,
hasta quedar en fibras microscópicas de dimensiones muy, muy reducidas. Si las fibras quedan unidas no conlleva ningún riesgo para la salud, pero si se rompen (o se cortan) las fibras se liberan y en inhalarse quedan en los pulmones u otras partes del cuerpo, provocando graves patologías.

Por tanto, la peligrosidad del amianto depende en gran parte del estado de conservación de los materiales y de si éstos se manipulan o no. Los materiales con amianto rotos, viejos o deteriorados son los más peligrosos.

El amianto es conocido desde la antigüedad, y se conoce de su uso en las descripciones de Marco Polo de China y Finlandia del siglo III. Pero su extensión se dio a partir de la revolución industrial, a través de la explotación de los depósitos naturales de amianto en Quebec, Finlandia, los Urales y Sudáfrica.

Algunos datos de interés:
- Debido al amianto manipulado durante los últimos 50 años, se extenderá una epidemia de muertes y enfermedades que durará hasta 2040.
- Se calcula que todavía quedan sin retirar 80.450 km de tuberías con amianto en España, y cerca de 8,5 millones de toneladas de placas.
- En España se calcula que unas 40.000 personas han muerto por esta causa, y que en las próximas décadas en morirán 40.000 más.